> Periódicamente, hacer revisiones de mecánica, afinación y limpieza por parte de un técnico especializado.
> Tocar el instrumento regularmente.
> No poner objetos encima que puedan dañarlo, (plantas jarrones)
Son muchas las recomendaciones que podemos hacer. Aquí os damos unas de elementales; pero, si nos visita, os las podremos ampliar y aclarar.
El Entorno
Una acústica buena no puede convertir un piano mediocre en excelente, pero una mala acústica sí puede convertir un excelente piano en uno mediocre. La ubicación del piano en el espacio es definitoria del sonido que nos devolverá. Desgraciadamente, el piano no se coloca en el lugar que teóricamente es mejor, sino que suele tener una ubicación de encaje en el entorno familiar.
En cuanto a los pianos de cola, la situación es aún más importante, dado que necesitan unas distancias concretas para alcanzar el máximo rendimiento, lo que en la mayoría de las casas no se cumple.
En el caso del piano vertical, este hecho no es tan acusado, pero hay que buscar la relación correcta entre las paredes que rodean el piano y los tipos de superficies. No es solamente el enclave lo que determina la percepción del sonido devuelto.
El hecho de que el material de las paredes sea más absorbente o menos también influirá decisivamente, así como la inclinación y rugosidad, el volumen de aire y la orografía de los espacios.
Mantenimiento y cuidado
Dar una incorrecta ubicación en nuestro instrumento no sólo deteriorará la percepción del sonido, sino que puede acortar la vida útil. · Hay que cumplir, en la medida de lo posible, las condiciones siguientes:
- Alejar el piano de fuentes de calor, de humedad o de frío. – Mantener un régimen constante de temperaturas y de humedad.
- Mantener el grado de humedad ajustado a los valores indicados.